Rochi centro de recursos
domingo, 11 de septiembre de 2011
martes, 6 de septiembre de 2011
Las clases de didáctica 3 a las que asistí, a cargo de Paloma, me sirvieron para reflexionar acerca de la importancia del juego y los materiales didácticos en la educación primaria. Es muy importante implementar estos recursos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los juegos sirven para motivar a los alumnos, para que estos se van involucrados con la tarea. Hay que buscar recursos que despierten el interés.
Los materiales se transforman en recursos para la enseñanza de acuerdo a los propósitos que tenga el docente. Cuando hice la residencia en 2º, tenia que mostrarles a los chicos imágenes de alimentos para una clase de ciencias naturales. Recorté las imágenes de revistas que busqué en el supermercado para que los chicos puedan observar imágenes de alimentos reales. De esta manera, convertí una revista en un recurso didáctico. A que poner en juego la creatividad y la búsqueda de recursos.
Recibí información sobre los precursores y sus creaciones. La idea que ellos tenían del niño como el "centro" hay que tenerla en cuenta tanto para nivel inicial como para nivel primario.
Los materiales se transforman en recursos para la enseñanza de acuerdo a los propósitos que tenga el docente. Cuando hice la residencia en 2º, tenia que mostrarles a los chicos imágenes de alimentos para una clase de ciencias naturales. Recorté las imágenes de revistas que busqué en el supermercado para que los chicos puedan observar imágenes de alimentos reales. De esta manera, convertí una revista en un recurso didáctico. A que poner en juego la creatividad y la búsqueda de recursos.
Recibí información sobre los precursores y sus creaciones. La idea que ellos tenían del niño como el "centro" hay que tenerla en cuenta tanto para nivel inicial como para nivel primario.
martes, 23 de agosto de 2011
Elsa Bornemann
Poema con ganas de amar
Hoy —temprano— desperté
con ganas de enamorarme.
Sólo en dos niñas pensé
y me atreví a declararme.
con ganas de enamorarme.
Sólo en dos niñas pensé
y me atreví a declararme.
Una me dijo que no,
que no acepta mis amores.
La otra tampoco, y yo
a cuestas con mis dolores.
que no acepta mis amores.
La otra tampoco, y yo
a cuestas con mis dolores.
Pero si "no hay dos sin tres"...
"¡la tercera es la vencida...!";
caigo rendido a tus pies
y te confieso, mi vida,
"¡la tercera es la vencida...!";
caigo rendido a tus pies
y te confieso, mi vida,
Que recién me enamoré
de tu bella personita.
Jamás de este modo amé.
¿Serías mi noviecita?
de tu bella personita.
Jamás de este modo amé.
¿Serías mi noviecita?
martes, 16 de agosto de 2011
Lectura para compartir con ustedes
GUILLERMINA TIRAMONTI, DIRECTORA DE FLACSO ARGENTINA
"La escuela media no va más: no sólo no enseña sino que genera desigualdad"
"La escuela media no va más: no sólo no enseña sino que genera desigualdad"
Según Tiramonti, esta secundaria recibe exigencias para las que no fue creada.
Los que saben dicen que la escuela media tal como la conocemos —secundaria o polimodal— no va más: no sólo no enseña sino que genera desigualdad. Hay que repensarla, propone Guillermina Tiramonti, directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), que organizó el seminario internacional "La escuela media en debate". Pero primero hace un diagnóstico: —Tenemos el mismo modelo escolar que a principios del siglo XX y le hacemos exigencias para las que no fue creado. Por un lado, hay un cambio cultural muy fuerte que exige que la escuela "dialogue" con otros lenguajes y se descentre de ese lugar exclusivo de la cultura letrada. Por otro, le demandamos universalización —con lo que estoy de acuerdo—, pero a una institución que se creó para seleccionar sólo a un grupo de la población. Y a esta demanda de inclusión de nuevos grupos sociales —porque la tendencia es al crecimiento y a la ampliación de la matrícula— la escuela da respuesta fragmentando el sistema. Es decir, generando circuitos diferenciados para grupos sociales diferentes.
—¿Ghetos?
—Ghetos. Grupos de escuelas que se parecen entre sí y a las familias que atienden pero que se diferencian, a veces radicalmente, de otros grupos de escuelas que atienden a otros chicos de otros sectores sociales. Un ejemplo claro son las llamadas escuelas garaje que tienen la finalidad de contener a los chicos que están en una situación social de riesgo pero que están imposibilitadas de generar una propuesta pedagógica que los incorpore al saber contemporáneo.
—¿Cómo impactan estas fronteras en los chicos?
—Un buen ejemplo es el de la construcción del otro desde el famoso valor de la solidaridad. Todas las escuelas de clase media hacia arriba tienen programas de solidaridad social, que en realidad son programas de asistencia, donde los chicos construyen a los otros más pobres como sujetos de asistencia y a ellos como sujetos de la dádiva. Si uno piensa en una sociedad democrática aquí hay una ruptura fundamental. La idea de la democracia está basada en el principio de igualdad y, por lo tanto, la solidaridad es entre iguales no entre asimétricos. Entonces, uno de los problemas del gheto es que los otros son extraños: en las escuelas de los countries, por ejemplo, los que están afuera son una amenaza a la seguridad.
—La vieja escuela pública, en cambio, permitía cierto diálogo entre sectores sociales.
—Por lo menos de las clases medias. Siempre hubo escuelas para la elite y para los sectores más bajos. Pero ha habido un espectro de escuelas muy amplio que atendía a sectores bajos integrados y a todas las dimensiones de la clase media. Esto generaba cierta garantía de cohesión social. Y esa escuela desapareció.
—En este contexto ¿Cómo encaja la propuesta de la nueva Ley de Educación Nacional de universalizar la escuela media?
—Lo ideal es pensar en una nueva secundaria. Porque para universalizarla hay que transformarla. Para no degradarla más. Para recuperarla y hacer de ella una institución que retome la heterogeneidad social e incorpore a los chicos a un efectivo diálogo con la cultura contemporánea.
—Habló del desfazaje de la escuela actual frente a los cambios culturales ¿Cómo se manifiesta?
—Insistiendo en un modelo pedagógico basado en la lectoescritura. No quiero decir que haya que abandonarlo pero hay que pensar en una escuela media con mayor diálogo con todas las manifestaciones culturales del contexto: con las imágenes, con Internet, con las nuevas formas de habitar el mundo que tienen los jóvenes, que en muchos puntos nos es extraño. Hay un discurso que dice que los docentes perdieron la voluntad de enseñar y de transmitir. Y es posible que haya algo de esto, pero creo que tiene más peso el hecho de que el docente no está familiarizado con la nueva cultura entonces duda de lo que transmite, encuentra que pisa en falso con respecto a la cultura de los chicos. Hay que retornar la confianza del docente transformándolo en un interlocutor válido de la cultura contemporánea.
—¿Hay señales de que se avanza en el buen camino?
—Hay una búsqueda de construcción de una nueva cultura pedagógica para estas nuevas exigencias. Pero tenemos que participar de esta búsqueda y me parece que no se está participando, que se está insistiendo en la inclusión sin dar otras respuestas.
—¿Ghetos?
—Ghetos. Grupos de escuelas que se parecen entre sí y a las familias que atienden pero que se diferencian, a veces radicalmente, de otros grupos de escuelas que atienden a otros chicos de otros sectores sociales. Un ejemplo claro son las llamadas escuelas garaje que tienen la finalidad de contener a los chicos que están en una situación social de riesgo pero que están imposibilitadas de generar una propuesta pedagógica que los incorpore al saber contemporáneo.
—¿Cómo impactan estas fronteras en los chicos?
—Un buen ejemplo es el de la construcción del otro desde el famoso valor de la solidaridad. Todas las escuelas de clase media hacia arriba tienen programas de solidaridad social, que en realidad son programas de asistencia, donde los chicos construyen a los otros más pobres como sujetos de asistencia y a ellos como sujetos de la dádiva. Si uno piensa en una sociedad democrática aquí hay una ruptura fundamental. La idea de la democracia está basada en el principio de igualdad y, por lo tanto, la solidaridad es entre iguales no entre asimétricos. Entonces, uno de los problemas del gheto es que los otros son extraños: en las escuelas de los countries, por ejemplo, los que están afuera son una amenaza a la seguridad.
—La vieja escuela pública, en cambio, permitía cierto diálogo entre sectores sociales.
—Por lo menos de las clases medias. Siempre hubo escuelas para la elite y para los sectores más bajos. Pero ha habido un espectro de escuelas muy amplio que atendía a sectores bajos integrados y a todas las dimensiones de la clase media. Esto generaba cierta garantía de cohesión social. Y esa escuela desapareció.
—En este contexto ¿Cómo encaja la propuesta de la nueva Ley de Educación Nacional de universalizar la escuela media?
—Lo ideal es pensar en una nueva secundaria. Porque para universalizarla hay que transformarla. Para no degradarla más. Para recuperarla y hacer de ella una institución que retome la heterogeneidad social e incorpore a los chicos a un efectivo diálogo con la cultura contemporánea.
—Habló del desfazaje de la escuela actual frente a los cambios culturales ¿Cómo se manifiesta?
—Insistiendo en un modelo pedagógico basado en la lectoescritura. No quiero decir que haya que abandonarlo pero hay que pensar en una escuela media con mayor diálogo con todas las manifestaciones culturales del contexto: con las imágenes, con Internet, con las nuevas formas de habitar el mundo que tienen los jóvenes, que en muchos puntos nos es extraño. Hay un discurso que dice que los docentes perdieron la voluntad de enseñar y de transmitir. Y es posible que haya algo de esto, pero creo que tiene más peso el hecho de que el docente no está familiarizado con la nueva cultura entonces duda de lo que transmite, encuentra que pisa en falso con respecto a la cultura de los chicos. Hay que retornar la confianza del docente transformándolo en un interlocutor válido de la cultura contemporánea.
—¿Hay señales de que se avanza en el buen camino?
—Hay una búsqueda de construcción de una nueva cultura pedagógica para estas nuevas exigencias. Pero tenemos que participar de esta búsqueda y me parece que no se está participando, que se está insistiendo en la inclusión sin dar otras respuestas.
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